Dueños del mañana
Caminante
del camino, busque su propio destino, busque su propio sentido y si no allá
cual camino, dibuje a gusto del sueño
Querido
lector, en que mejor momento que en el que nos encontramos, para encontrarnos
mejor con nosotros mismos. Cuando nuestro entorno sea hostil, nuestros
esfuerzos sean en vano y nuestros sueños no cumplidos… no caigamos en las
garras de la desesperación, pues no hay mas razón que afrontar lo bueno y lo
malo siempre con el corazón en mano.
Utilicemos
estos momentos para auto valorar lo que tenemos, para auto realizarnos, para
sacar mas partido de lo que somos, no es momento de hundir-se entre lágrimas,
pues detrás de ellas no se encuentran soluciones. Querido lector afrontemos el
presente, no como aquel que nos toco vivir, sino como nuestro presente, y reforcemos
nuestros buenos pensamientos.
El
sol quizás no brille mañana, quizás no lo dejen mostrar-se las nubes, pero
querido amigo sabes tan bien como yo que el sol sigue estando allí arriba!
El portero del
prostíbulo
Sucedía
en un pueblo hace cientos de años…
Un
prostíbulo que pasaba de generación en generación, y como tal, el oficio de
portero también lo hacia…
Hasta
un buen día, el viejo dueño del prostíbulo murió y otro dueño se quedo el
local, obligo a todos sus trabajadores a realizar nuevas tareas, y a nuestro
portero quiso hacer que contase todos los clientes que pasaban y hacer alguna
pequeña pregunta para saber si están satisfechos con el trato, nuestro portero
lo interrumpió, querido señor yo no se leer ni escribir, no puedo realizar
dicha tarea, nuestro amigo fue despedido
Al
llegar a casa se quiso poner a recuperar el tiempo perdido y arreglar algún
pequeño desperfecto de su hogar, así que decidió ir al pueblo vecino para
comprar alguna herramienta y poder trabajar, tres días de camino a lomos de su
mula… al llegar su vecino le pidió prestadas alguna herramienta, de hecho le
pidió que este se la vendiera ya que el mismo podría ir otro día a comprar al
pueblo vecino, porque como ya no trabajaba disponía de tiempo…
Así
hizo durante un tiempo, la gente le pedía cosas y el a lomos de su mula a
comprar, hasta que un buen día junto los ahorros que le dieron por el despido
del prostíbulo y monto su pequeña ferretería, era la única del pueblo y resulto
muy útil, vendía mucho, de hecho pidió a su amigo que poseía una pequeña
empresa de metal que porque no le hacia el las herramientas, así hizo y esta
ferretería fue en aumento, era una gran empresa, gente de pueblos lejanos se
acercaban a su humilde pueblo a comprar-le.
Un día
el alcalde decidió conceder-le la llave del pueblo por su claro ejemplo de
trabajo y dedicación. Cuando el mismo día el alcalde se entero de que nuestro
amigo no sabia ni leer ni escribir, no resistió preguntar:
-Y
que hubieses logrado hacer si hubieses sabido leer y escribir?
-Querido
alcalde, si yo hubiese sabido leer y escribir estaria trabajando como portero de prostíbulo como mis antiguas generaciones
Cuento
(reducido) de Jorge Bucay
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